
Mujeres que empezaron a balancear la brecha de género en tecnología
¿Qué tienen en común la creación del primer algoritmo de la historia, el desarrollo del primer compilador de lenguaje de programación universal y la creación de los exploradores más utilizados actualmente?
Tienen en común los nombres de Ada Lovelace, Grace Murray Hopper, Mitchell Baker y Marissa Meyer, todas mujeres que con sus aportes aceleraron la ciencia y la tecnología y contribuyeron en la creación de soluciones innovadoras, aun cuando todo el contexto histórico no les dio lugar.
Ellas marcaron la pauta, para que hoy, más nombres de mujeres encabecen investigaciones científicas y proyectos tecnológicos de peso internacional. Conozcamos algunas de ellas:
Kimberly Bryant, fundadora de Black Girls CODE
Desde niña se destacó en ciencias y matemáticas, su rendimiento académico le permitió estudiar en la Universidad de Vanderbilt, donde obtuvo una licenciatura en Ingeniería Eléctrica con cursos paralelos en Matemáticas y Ciencias de la computación. Ha trabajado en distintas corporaciones de electrónica, biotecnología y, más tarde, incluso en compañías farmacéuticas; pero, sin duda alguna, su gran proyecto llegó en 2011 junto a su hija, Kai.
En 2011, Kimberly y Kai crearon juntas, Black Girls CODE, un proyecto de entrenamiento para chicas afroamericanas cuyo objetivo es enseñarles competencias básicas de programación para así prepararlas y aumentar su representación en el sector de las STEM. En 2013 Business Insider la catalogó dentro de “Las 25 Personas Afroamericanas más Influyentes en la Tecnología”.
Gwynne Shotwell, presidenta y CEO de SpaceX
Graduada de Ingeniería mecánica y Matemáticas aplicadas de la Universidad Northwestern, tiene un perfil destacado en la Academia Nacional de Ingeniería de Estados Unidos y es una de las ingenieras aeronáuticas más respetadas, lo cual incidió considerablemente en el éxito del proyecto de Elos Musk, Space X.
Trabajó en investigaciones y desarrolló políticas para la exploración comercial del espacio para la Administración Federal de Aviación y la NASA. Esto la convirtió en una candidata ideal para SpaceX en 2002, desde este momento, Shotwell se ha convertido en la responsable por las operaciones del día a día y la expansión y desarrollo de la compañía. En 2012, fue incluida en el Salón de la Fama Internacional de Mujeres en Tecnología.
Mujeres costarricenses en la cúspide de las ciencias y la tecnología
Nuestro país se ha convertido en un semillero de talentos femeninos creadores de soluciones en áreas vinculadas con STEAM.
Aun cuando en Costa Rica la participación de las mujeres en la tecnología sigue siendo bajo, representado con un 24%, el aumento en la visibilidad de referentes positivas para niñas y adolescentes, empiezan a alinear la balanza y a impulsar el interés por estudiar e incursionar en estas áreas. Algunas de estas mujeres costarricenses son:
Mónica Morales: Física y Profesora de la Universidad de Twente
Ella es una de esas referencias positivas en tecnología, tiene doctorado en Física en Holanda y es profesora universitaria en la ciudad de Twente en ese país, actualmente tiene a cargo su propio grupo de investigación en un laboratorio donde se elaboran los materiales para la creación de celdas solares, que componen los paneles solares.
Sandra Cauffman, Senior Executive Service en la NASA
Ingeniera eléctrica y física por la Universidad George Mason. Cauffman ha trabajado por más de 30 años en la NASA, destacándose en diferentes cargos, entre ellos, el de subdirectora de proyecto de la Misión de Evolución Atmosférica y Volátil de Marte; subdirectora del Programa de Sistema de Satélites Geoestacionarios; directora interina de la División de Ciencias Terrestres; subdirectora de la División de Astrofísica, donde gestionó el desarrollo de la tecnología, la ciencia aplicada, la investigación, la ejecución de misiones y operaciones. Desde el 2021 fue nombrada directora adjunta de esa División.
Así como estas mujeres han destacado nacional e internacionalmente, abriendo oportunidades y referencias para las que hoy son aún niñas y adolescentes, esperamos que las brechas sigan disminuyendo y que los aportes con visión y talento femenino sean cada vez mayores.