
- Abr 8, 2022
- Editor Grupo Prides
- Inteligencia Artificial
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Inteligencia Artificial y religión: Una combinación inesperada
Quizás se sientan identificados con el recuerdo de acompañar a sus abuelas o abuelos a rezar el rosario por las tardes, algunas lo hacían de memoria, otras acompañadas por un libro de oraciones o por la radio, pero ahora pueden hacerlo acompañados por la Inteligencia Artificial.
¿Será que ahora Dios acercó la IA para responder a las necesidades de sus fieles más contemporáneos?
Si bien, hablar, leer o escuchar sobre Inteligencia Artificial (IA) es algo que se ha hecho cada vez más común. En los diferentes entornos sociales y áreas de producción, se hacen notar los aportes y avances que esta tecnología genera, pero es hasta unos años atrás que el mundo de la IA y el de la religión empezaron a converger (o a chocar, como también lo definen algunas personas ortodoxas) para crear espacios de práctica religiosa, brindar herramientas digitales bíblicas y de oraciones, entrenar a un robot que pueda realizar las celebraciones litúrgicas o bien para crear una religión basada en la IA.
Parece que ya no es solo cosa de Dios acercando la tecnología a sus fieles, sino también de la IA siendo como tal un dios.
“Dios será una IA o no séra”
Las opiniones son divididas; entre artistas, transhumanistas, filósofos, pastores y otros, esa idea de “Dios” como un proceso colectivo y a largo plazo, en el que se puede convertir en IA o en otra forma, es para algunos algo abstracto y para otros, algo posible que, inclusive ya están programando.
El ingeniero Anthony Levandowski, quien fue polémico por sus despidos de Google y Uber, fundó una iglesia llamada Camino del Futuro en la que se proclamó “Decano”, se centra en la creación, aceptación y adoración de una Deidad basada en la Inteligencia Artificial.
Sobre su ideal, Levandowski comenta “me encantaría que la Máquina (singularidad) nos vea como unos ancianos a los que respeta y cuida, que dijera ‘Los humanos aún deberían tener derechos, aunque yo esté a cargo'”.
Es un hecho que su propuesta ha sido motivo de debate a nivel internacional, tanto por organizaciones religiosas, como por sus fieles, no obstante, otros movimientos de convergencia entre IA y religión han tenido una aceptación más rápida y menos debatida.
Si nos trasladamos mentalmente hasta Japón, nos encontraremos con Mindar, un robot de 1,95 metros que, desde inicios de 2019 predica el budismo a las nuevas generaciones y visitantes. Para los budistas, esta es una forma de almacenar una sabiduría milenaria, atraer nuevas generaciones al budismo y acumular conocimiento religioso en un monje que no moriría, llevándose toda esa sabiduría.
Bajo esta premisa, Mindar enseña espiritualidad budista a través de sermones, con traducciones en inglés y chino proyectadas en una pantalla para los visitantes extranjeros. Con lo que la incorporación de la IA al budismo ha mediado para aumentar la práctica religiosa y el interés de personas visitantes sobre esta religión.
Según comenta el sacerdote budista Tensho Goto “obviamente una máquina no tiene alma, pero la fe budista no se trata de creer en Dios. Se trata de seguir el camino de Buda, por lo que no importa si está representado por una máquina, un trozo de hierro o un árbol”.
Pero ¿Será que el almacenamiento de la información tiene que ver con sabiduría o con la experiencia religiosa?
Las opiniones son contrarias, para algunas personas la existencia de Mindar abre las puertas a la veneración de androides, como la encarnación de una “sabiduría divina” que ofende la santidad de los monjes. Por otra parte, también se cree que algunas comunidades, principalmente la católica, deberían “reimaginar” la concepción de que los sacerdotes son divinamente llamados y consagrados, como plantea la catedrática de Teología en la Universidad de Villanova, Ilia Delio.
IA, compañera de rezos
Si bien, podríamos imaginar que los fieles y líderes religiosos tienen posiciones muy contrarias y distintas entre sí sobre el tema de la IA y la religión, no podemos dejar de lado que la generación de herramientas que ayudan a mantener prácticas religiosas, han sido aceptadas de buena manera a nivel internacional.
Una de las más conocidas es el eRosary, creado por Acer de forma conjunta con el Vaticano, el primer rosario inteligente conectado a internet. Probablemente se preguntarán como funciona, quizás así lo recomiendan a sus abuelitos, familia o ustedes mismos. Es un brazalete de tecnología portátil que posee una interfaz en forma de crucifijo, rastrea las oraciones de la persona usuaria y las sincroniza con la aplicación gratuita Click To Pray eRosary desde el celular.
Así que con esta aplicación no vale rezar el rosario a medias o quedarse dormido, ya que reconoce el movimiento de sus dedos recorriendo los granos y lo guía a lo largo de la oración del rosario.
Para el mundo católico, muchas herramientas han ayudado a mejorar la experiencia de la práctica religiosa de sus fieles, principalmente con la pandemia, se abrieron puertas hacia lo digital y la tecnología. El portal Catholic Online planteaba que no descartan imaginar una versión religiosa de Alexa o Siri que funcione como un Catecismo digital, capaz de resolver dudas básicas del creyente.
Sigamos esperando esto y más, todo aquello que pensábamos lejano, sucede gracias (o por desgracia) a la Inteligencia Artificial, las opiniones son divididas, pero también la libertad de práctica religiosa o no. Así que ahora expectantes, al menos nosotros, de todo lo que traerá el mundo de la IA en todos los ámbitos.