
- Nov 17, 2021
- Editor Grupo Prides
- Futuro, Metaverso
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El Metaverso: ¿Será el futuro del Internet?
No siempre es fácil proyectar el futuro. Y más aún cuando comenzamos a escuchar visiones de mundos virtuales a los que podremos entrar e interactuar con otras personas en una realidad totalmente digital, pero experimentada en tres dimensiones. A este futuro se le ha comenzado a llamar el metaverso y se asegura que podría ser el futuro del internet. ¿Pero cómo se vería?
Una forma fácil de proyectar cómo podría ser este futuro es la película “Ready Player One”, basada en una novela de ciencia ficción de Ernest Cline, en la que un adolescente huérfano escapa de su triste y gris realidad mediante un casco o visor que le permite sumergirse en Oasis, un brillante mundo virtual lleno de fantasías y oportunidades.
Los líderes tecnológicos de nuestro tiempo parecen pensar que el futuro que nos tocará vivir también podría ser una distopia gris, y desde ya planean (dentro de lo que llaman Metaverso) nuestro futuro Oasis, en el que podremos escapar de la realidad y entrar a una dimensión en que se posibilita todo aquello que no podemos disfrutar en el mundo real.
Las plataformas de Facebook (corporación ahora conocida como Meta) conectan a la mayoría de las personas del planeta, mientras videojuegos como Fortnite facturan más dinero y tiempo de uso que cualquier otro producto de entretenimiento. El metaverso es todavía un concepto, pero estamos sin percatarnos, atestiguando su nacimiento.
En mayo, Microsoft dijo estar “únicamente posicionados” con una mezcla de inteligencia artificial y herramientas de realidad mixta para “ayudar a las compañías a desarrollar apps para el metaverso hoy”, mientras la empresa dueña de Fortnite, Epic Games, lanzó un fondo de mil millones de dólares enfocado en simulación y realidad virtual con el fin de desarrollar su visión de largo plazo para el metaverso.
Este nuevo espacio virtual, que según algunos vendría a reemplazar nuestra actual web, es diferente a la realidad virtual de hoy, en la que visores grandes y pesados ofrecen experiencias individuales y en silo, con pocas oportunidades para la interacción de usuarios que operan desde plataformas distintas.
En cambio, el metaverso sería un ciberespacio comunal masivo, ligando la realidad aumentada y la realidad virtual, habilitando a los usuarios y sus avatares para moverse entre espacios, actividades y aplicaciones de manera inmediata.
Esto es un proyecto social, global, masivo. Requeriría la estandarización y el trabajo conjunto de todos nuestros titanes tecnológicos, quienes usualmente evitan compartir demasiada información con sus competidores.
Entonces, ¿qué es el Metaverso?
El término lo debemos al autor Neal Stephenson, quien lo utilizó en su novela distópica de 1992, “Snow Crash”. Ahí, Stephenson se refiere a un ambiente digital inmersivo, en el que las personas interactúan como avatares (versiones digitales de sí mismos).
El prefijo “Meta” significa mas allá, mientras “verso” se refiere al universo. Las compañías de tecnología usan la palabra para referirse a lo que ellos consideran vendrá luego del internet, que podría o no implicar lentes de realidad virtual.
Podemos pensar al respecto como un espacio digital al que entramos, en vez de verlo a través de una pantalla. La premisa es que podremos navegar de manera similar al mundo físico: Interactuando con personas, lugares, servicios y contenido alrededor del mundo de manera inmersiva.
Para poder construir y desarrollar un universo virtual robusto, todos tendríamos que querer (y poder comprar) algún tipo de dispositivo que nos permita experimentarlo, pero tendría que ser lo suficientemente minimalista, simple y cotidiano para interesar al público general y trabajar sin problemas. Esto, al menos por ahora, todavía parece un futuro lejano.
¿Cómo funcionará el Metaverso?
En teoría, debería de ser similar a cualquier plataforma de internet, sólo que nuestro dispositivo visual serían unos anteojos en vez de una pantalla convencional, además de involucrar alguna herramienta como la pulsera de realidad aumentada de Facebook Reality Labs, para permitirnos interactuar físicamente con las interfaces y objetos digitales.
Para poder ser descrito como un “universo completo”, ninguna empresa debería de poder controlar el metaverso, de manera similar a como el internet no tiene dueño. Sin embargo, las empresas podrían intentar monopolizar sus espacios, de la misma manera que unas pocas compañías dominan el internet actual, creando subscripciones, espacios de comercio y generando ingresos publicitarios.
Siendo que diferentes compañías estén involucradas en los dispositivos e infraestructura de este posible futuro, no está claro cómo un avatar navegaría este espacio digital. Una teoría es que podría funcionar similar a un navegador web, en el que los avatares pueden saltar entre plataformas construidas para ser compatibles e inclusivas, similar a como muchas API (Interfaces de Aplicación de Usuario) están abiertas a interactuar entre si.
El metaverso debería ser una colección de tecnologías de Inteligencia Artificial y Machine Learning, con back-ends y front-ends experienciales que interactúen entre si de manera fluida, creando el equivalente digital de las ciudades más diversas del planeta, posicionándose como una fuerza económica y cultural similar a New York, París, Sao Paulo, Toronto, Sidney o Singapur.
¿Cuáles van a ser sus peces gordos?
Varias compañías, entre las que destacan Meta (previamente conocido como Facebook), Microsoft y Epic Games, persiguen este sueño.
Facebook compró Oculus en 2014, con su visión del metaverso en mente. Según dijo Mark Zuckerberg en el momento, su conglomerado de aplicaciones estaba “alistándose para las plataformas del mañana”, y más recientemente lanzaron Facebook Reality Labs, buscando construir un nuevo espacio social 3D como “tejido conectivo” para enlazar varios servicios bajo Meta. Uno de los ejemplos ya públicos es la beta de Horizon Workrooms, lanzado por Facebook para Oculus Quest 2 VR en agosto de 2021.
Mientras tanto en mayo de 2021, el CEO de Microsoft Satya Nadella, dijo que la compañía estaba construyendo un “metaverso empresarial”, que ya podemos ver reflejado en los proyectos Realidad Virtual de Microsoft Teams bajo la sombrilla denominada Mesh.
Un mes antes, Epic Games publicó su antes mencionado fondo de mil millones de dólares para desarrollar su visión, incluyendo doscientos millones de Sony. Otras iniciativas y alianzas similares incluyen los proyectos a largo plazo de Apple, o la alianza de Nvidia con Roblox.
Lo cierto es que todavía queda mucho espacio para innovar, pues un mundo digital requerirá una cantidad de trabajo inimaginable que permitirá a millones un tiquete de oro a la fábrica de chocolates.
¿Por qué los gigantes de tecnología están desarrollando esto ahora?
Facebook lleva años describiendo su misión como “conectar gente en línea”, y lo hace mediante sus subsidiarias dedicadas a las redes sociales y la mensajería. Mark Zuckerberg argumenta que el metaverso es parte de la evolución natural de la empresa, que se mueve entre realidad virtual, realidad aumentada, computadoras personales y smartphones.
Las compañías que invierten en realidad virtual lo hacen con conocimiento de que los consumidores, plenamente obsesionados por las redes sociales y el entretenimiento digital, añoran la próxima gran plataforma para interactuar y ver crecer sus números de vistas y likes.
Todos curamos cuidadosamente nuestra apariencia en redes sociales para proyectar la mejor versión posible de nuestras vidas, y el metaverso llevaría esta idea al extremo.
La sociedad ya obsesionada por la perfección que encuentra en los filtros de Instagram tendrá la posibilidad de poder rehacer su apariencia física, e incluso comprar activos digitales como casas o mascotas, como lo hacen muchos ya desde 1999 en la mítica “Second Life“.
Millones de personas inconformes con su realidad podrán existir como una persona cuidadosamente diseñada. Podrían tener otra identidad, un alter ego artístico o mostrar (u ocultar) lo que les plazca. Cada uno sabrá su propósito al unirse. Si Instagram y TikTok ya tienen nuestra atención secuestrada, imagínense la magnitud que podría tener el metaverso en 20 años.
¿Será el metaverso la próxima versión del Internet? Eso está aún por verse. Pero probablemente estaremos aún por aquí para comprobarlo.